Diecisiete años han pasado desde que el Atlético del doblete recorriera la Champions hasta los fallidos cuartos de final con el Ajax. Generaciones enteras de rojiblancos no han visto nada semejante, así que la ocasión es de esas que no conviene perderse. Todo juega a favor del Atleti, hasta la historia. Nunca antes después de imponerse a domicilio en la ida al Atlético le han eliminado en la vuelta. El Milán cuenta por derrotas sus últimos partidos en España, incluido el 1-0 de La Rosaleda en la temporada pasada. Así que todo pinta tan bien que…conviene no fiarse. Simeone, siempre prudente, avisó en la víspera que el trabajo no está hecho. Con Seedorf los italianos han cambiado varios jugadores, de la pareja de centrales de Allegri poco queda, aunque la última baza sigue estando en los pies de Balotelli, que siempre es una incógnita, para lo bueno y para lo malo.

Me dirán que el Atlético de los últimos años ha ganado la Europa League y Supercopas Europeas, es verdad. Pero la Champions es el escaparate al que todos se asoman, aquí quieren estar todos, y el equipo de Simeone está a 90 o 120 minutos de convertirse en uno de los mejores ocho de Europa. A casi 40 puntos de la cabeza en la liga para el Milán esta es la última oportunidad de la temporada. Para eso trajeron a Seedorf. Para el Atlético es una ocasión más de demostrarle a todos, incluidos los escépticos, que aquí hay mucho equipo, partido a partido, hasta la victoria final.