Paunero es el último de una estirpe de directivos que hicieron grandes a los clubes españoles. Gregorio Paunero fue uno de los hombres de confianza de Bernabéu, que le mandó a cuidar de los intereses del Madrid en la Federación Española, donde llegó a ser vicepresidente. Inspector de Hacienda, fue destinado a Santander y allí le echó el ojo a Corral, Aguilar y Santillana, a los que el Madrid fichó de una tacada procedentes del Racing a comienzos de los 70. Así lo recordó el propio Paunero en la Casa de ABC, en un homenaje a Santillana, al que asistí como invitado. Aunque bien es cierto que el propio Santillana dijo ese día que a él le había fichado Santiago Bernabéu.

Efectivamente, fue Bernabéu quien tras un partido de Segunda entre el Hércules y el Racing entró en el vestuario del equipo de Santander y preguntó: “¿Quién es el nueve?”. Santillana respondió: “Soy yo, don Santiago. Me llamo Carlos Alonso”. “Pues la temporada que viene va a jugar en el Real Madrid”, replicó el mítico presidente. Bernabéu había viajado a Alicante para ver a Aguilar, al que también fichó, pero se quedó prendado de Santillana, que esa temporada acabó como máximo goleador de Segunda con dieciséis goles, uno más que Manolín Cuesta. Una cosa parecida a lo que le pasó a Bernabéu cuando fichó a Stielike. A la llegada de Corral, portero, Aguilar, extremo, y Santillana, ariete, le llamaron en Madrid Operación Santander.