In BOD we trust

Creemos en BOD, creemos en Brian O’Driscoll. Este ha sido el lema de los irlandeses en los últimos 14 años. O’Driscoll ha sido el jugador con el que resurgió el XV del Trébol, que hasta su aparición solía ser uno de los peores equipos del torneo. Fue este número 13 el que primero empezó a tirar del orgullo de los irlandeses para demostrar que ellos también podían ganar. En su primer año como titular marcó tres ensayos ante Francia en lo que fue la primera victoria de Irlanda en París desde 1972. Ha sido el capitán de un equipo que ha conseguido cuatro Triples Coronas y un Grand Slam en 2009, el segundo en la historia de su país. Los títulos demuestran que es el jugador más importante de la historia del rugby irlandés.

Ayer jugó su último partido con el XV del Trébol. No ha querido prolongar una temporada más su carrera para estar en el próximo Mundial dentro de un año. Algo que ya hizo el gran Keith Wood, que se retiró un año antes de la Copa del Mundo de 2003 en Australia. Ha sido justo con su país y honesto con sus compañeros. Su peor experiencia fue la lesión que sufrió con los British Lions en la primera jugada del primer test match contra los All Blacks en 2005. O’Driscoll no culpó a nadie, no abandonó la gira y se operó cuando regresó a casa con todo el equipo. Él era el capitán, el que debía dar ejemplo. El líder no se podía marchar. Se retira por tanto, además de un gran jugador, un caballero del rugby. BOD se merecía esta victoria.