Liverpool: luces y sombras del líder sorpresa de la Premier

Líder red. Lo del Liverpool es admirable. Acabó séptimo la temporada pasada y, ésta, podría ganar la Premier sin una gran inversión. Llevan ocho victorias seguidas y ni su entrenador, Brendan Rodgers, calculaba que esto llegaría tan pronto: admite que están un año por delante de sus perspectivas (¿cómo se calcula eso?). La afición está orgullosa, Anfield se ha convertido en fortaleza, se gana a los equipos más ricos y se teme a su Delantera de las tres eses: Sturridge, hace 14 meses insuficiente para el Chelsea; Sterling y por supuesto Luis Suárez, que ha pasado en un año de delantero poco efectivo a uno de los mejores del planeta, quizá sólo debajo de Cristiano y Messi y a la altura de Iniesta o Ibra.

Funcionó. Hace dos años los dueños del club se guiaban por su codicia. Los nuevos propietarios, FSG, tomaron decisiones duras que han funcionado: Dalglish fue cesado, ficharon a Henderson y al uruguayo (dos de los mejores jugadores de la liga inglesa), el verano pasado ignoraron los deseos de Suárez de irse al Arsenal. Y la progresión es evidente. Han cometido errores, pero los aciertos los compensan.

De récord. El Liverpool ganó al inicio de la temporada sin jugar bien. Luego lo hizo jugando a toda velocidad. Y en el 2014 no hay equipo más excitante que los reds. Nadie ha marcado más goles en las primeras mitades, llevan once partidos con más de cinco, once jugadores han marcado (dos de ellos pichichis de la liga, y eso que Suárez se perdió los primeros diez partidos), han marcado 25 tantos más que la temporada pasada y son como “animales sin el balón”, como les define su entrenador.

Carencias. Se aprovechan de la velocidad de sus puntas, que hacen de cualquier pase o robo una ocasión, pero les falta equilibrio para hacer daño en Europa. Sólo dos equipos han mantenido la portería a cero menos veces. Su versatilidad (han pasado de equipo que buscaba la posesión a lo Barça a jugar con la explosividad de un Madrid) ayuda a sorprender pero denota falta de equilibrio: el centro del campo no es tan efectivo como debería en el trabajo defensivo u ofensivo. Es un equipo poroso por falta de solidez colectiva. Nadie es perfecto.

¿Enfrentamiento del año en la Premier? La visita del Manchester City a Anfield podría ser el partido clave de la temporada, y existe la sensación de que este es el año ideal para el Liverpool porque no participa en competiciones europeas y no tiene plantilla ni presupuesto para estar a la altura de los más grandes clubes del continente. En todo caso, al igual que el Atlético de Madrid, a estos no se les esperaba en la fiesta.