El Madrid se redibuja sin Cristiano

A Cristiano le sigue doliendo el tendón, así que no jugará esta noche. Y está bien. No hay necesidad de correr riesgos ante un partido al que el Madrid llega con una ventaja de 3-0, suficiente para respirar tranquilidad, por más que ande por ahí Lewandowski. El gran delantero polaco, que ya tiene plaza en el Bayern de Múnich, le metió el año pasado cuatro goles al Madrid. Todo un trueno. Poquísimos jugadores le han marcado cuatro goles al Madrid en una sola noche. Pero aún con aquel resultado, que al final fue 4-1, el Madrid pasaría a semifinales. No hay nada que temer salvo, claro, la suficiencia.

Y suficiencia sería sacar a Cristiano para ver si marca su gol número quince en esta Champions. Queda Champions por delante, semifinales y, si Dios lo quiere, final. Y a la vuelta de una semana asoma la final de Copa, contra el Barça, el Miércoles Santo, en Mestalla, el mismo campo en el que el Madrid le ganó no hace tanto ese mismo partido al Barça, con gol de Cristiano, precisamente, en la prórroga. Y quedan, sobre todo, seis partidos de Liga, que el Madrid deberá ganar sí o sí, porque no está claro que el Atlético falle de aquí a la última jornada dos veces. La última jornada, perdón, no la cuento.

Siempre he aplaudido la fiebre de Cristiano por jugar. En Carrusel hemos debatido a veces sobre eso. Me gusta su ambición y su hambre de récords. Pero cuando duele el tendón rotuliano lo sabio es parar, distinguir entre deseos y realidades y trazar objetivos a medio plazo. Mientras, el Madrid se tendrá que redibujar sin Cristiano. Posiblemente, con Di María por la derecha (como antes), Bale por la izquierda e Illarra en la media. Será un buen equipo, desde luego. No me imagino que hoy peligre. Mientras, que Cristiano cuide su tendón rotuliano, porque en el horizonte aparecen partidos más difíciles.