Nueve puntos, a sangre y fuego

En el baloncesto continental hay una competición de segunda que es la Eurocup. La disputan los equipos que no juegan la Euroliga, y también aquellos que quedan eliminados tras la primera fase. Pero a nivel competitivo se trata de un torneo de primera. La gracia está en que después de una primera liguilla de seis equipos y una segunda de cuatro, los octavos de final, los cuartos, las semifinales, incluso la final, se juegan a partidos de ida y vuelta en los que se contabiliza la diferencia de puntos. Ahora se encuentra en las semifinales, y tenemos al Valencia en ellas. En la ida ganó 84-75 al Novgorod ruso, y esta tarde tiene que defender su ventaja de nueve puntos para entrar en la final. Se presume un encuentro de intensidad máxima.

Este sistema de competición hace interesantísimos los partidos. Así era como se disputaba antiguamente la Copa de Europa, competición que hizo popularísimo el baloncesto gracias a los triunfos del Madrid, cuyos partidos tenían un seguimiento enorme en televisión. Nunca se podía dar nada por perdido ni por ganado, salvo que la diferencia de puntos fuera tremenda. Eso acabó enganchando a la audiencia. Porque la victoria por sí sola no vale. Hay un listón al que es necesario llegar. El Valencia, en este caso, puede perder. Pero no por más de ocho puntos. Competiciones así merecen la pena verlas. De verdad. Esta tarde, a las 17:40 horas, Teledeporte ofrece una semifinal trepidante que a nadie dejará indiferente.