La afición le quiere para Mestalla

Ante el Borussia, quedó claro que el Madrid sin Cristiano es mucho menos Madrid. Aunque las estadísticas dijesen lo contrario, la ausencia del crack portugués es como tener una muela picada en el día de tu discurso de graduación. Él guía el camino del éxito. Él fue el que dibujó la Liga de los Récords con sus 46 goles. Él nos dio la Copa del Rey del año 2011 con aquel golazo de cabeza a Pinto. Él fue el artífice de la Supercopa de 2013 consumada tras un golazo a Valdés después de llevarse la pelota de tacón ante un Piqué alucinado. Por todo eso, Cristiano debe frenar y esperar a que ese maldito tendón rotuliano deje de darle guerra.

Ojalá pudiera estar unos minutos ante el Almería este sábado y aumentar su cuenta goleadora en esa lucha encarnizada por el Pichichi (lleva 28, sólo tres más que Diego Costa y Messi). Pero mis vikingos de guardia, que son legión, me insistían ayer en que hay que convencerle para que se reserve para la final de Mestalla. El próximo miércoles se juega mucho el Madrid. Si gana el título, dejará noqueado moralmente al Barça. Y eso puede traducirse en una recta final de Liga imperial y unas semifinales de Champions disputadas desde la euforia y la autoestima. Cristiano es necesario para afrontar la batalla de Mestalla. Y más con Pinto de portero...