¿Y si Domenicali no fuera el único responsable?

La situación de Ferrari se convertirá en insostenible si los resultados no llegan pronto. Existe una enorme presión mediática en Italia al respecto y el presidente Montezemolo parece más irritado que nunca con el lamentable espectáculo que está ofreciendo su escudería en este arranque 2014 de la Fórmula 1, especialmente tras el último gran premio. Hay quien ya le pone nombre al sustituto de Stefano Domenicali (tampoco es nada nuevo, ya el año pasado se habló de Flavio Briatore) y la lógica apunta a que algo podría ocurrir en Maranello si las cosas no cambian con inmediatez, en la búsqueda de algún tipo de revulsivo para salir del permanente estado de crisis en el que parecen instalados.

Con semejante tumulto, he empezado a plantearme si realmente Domenicali es el único responsable de lo que ocurre en Ferrari. Me asalta la duda de si Montezemolo le concede la autonomía suficiente y los medios necesarios para permitirle desarrollar su proyecto. En la última etapa triunfal de los coches rojos, el presidente despachaba con alguien de una personalidad tan fuerte como Jean Todt, apoyado además por el mismísimo Michael Schumacher. Ahora lo hace con un hombre de talante, diría yo, bien diferente y puede que ése sea el principal error de Domenicali: no ser capaz de imponer su criterio en determinadas decisiones o de exigir lo preciso para enderezar el rumbo. No tengo claro que sea de un modo u otro, pero tampoco descartaría ninguna de estas hipótesis: por mucho que el jefe del equipo sepa qué hacer, imposible será que lo haga si el presidente de la marca no se lo autoriza.