Este verano coinciden Europeos de atletismo (12-17 de agosto, Zúrich) y natación (13-24 de agosto, Berlín), deportes que mantienen cierta similitud y rivalidad. Si nuestro atletismo sacaba pecho con las medallas de Cacho y compañía, ahora lo hace la natación con las de Mireia Belmonte. Individualidades aparte, hay un hecho constatado: el atletismo español se encuentra en regresión, mientras que la natación está en progresión. No será por tener más medios, pues recibe 2,8 millones de subvención por 3,2 del atletismo. Ocurre que desde la exigencia ha conseguido elevar el nivel. Su apuesta es por la calidad, mientras que la del atletismo es por la cantidad. Hacer la mínima para los grandes campeonatos es, por ejemplo, mucho más difícil que en atletismo.

Este fin de semana la han conseguido 17 nadadores en los Campeonatos de España. Era la ocasión que tenían. La mínima hay que hacerla un día concreto y a una hora determinada. Para que se acostumbren a la presión. Como sucederá en los Europeos, donde habrá que estar en forma un día determinado. Los atletas, en cambio, tienen más de año y medio para hacer la mínima. Desde el 1 de enero de 2013 hasta el próximo 27 de agosto. Odriozola les anima a intentarlo una y mil veces. Hasta que salga. De momento la han realizado nada menos que 74 atletas. Y los que faltan. Luego ya veremos los resultados. Mientras la natación los medirá por número de medallas, el atletismo lo hará por el de participantes. Esa es la diferencia.