La apuesta alternativa de Peugeot

Ya está aquí la nueva arma de Peugeot para su retorno al Dakar. El 2008 DKR es imponente, un diseño espectacular, de esos que invitan a soñar con las gestas de un coche que, en realidad, debe demostrar aún su potencial. Es evidente que la marca del león regresa a esta disciplina con ambición de victoria, el triunfo figura en su ADN y para demostrarlo están montando un equipo que asusta. Grandes medios, pilotos de relumbrón, patrocinadores de lujo y este 2008 que apuesta por un camino alternativo y diría que también arriesgado. Cuando pensamos en un todoterreno se nos viene a la cabeza la tracción integral, mientras que los ingenieros de Peugeot Sport han preferido un buggy, un automóvil únicamente con motricidad en las ruedas posteriores.

Para empezar es el camino opuesto al de sus principales competidores, el que ha sustentado los éxitos de Mini. Los 4x4 tienen muchas ventajas y ciertos inconvenientes, mientras que los tracción trasera representan una vía de desarrollo completamente diferente, también con pros y contras. El tipo de terreno en el que se compita resulta determinante en este sentido y en Peugeot han creído que el mejor compromiso corresponde a un buggy. Es cierto que coches de esta tipología han ganado el Dakar (con Schlesser a la cabeza) pero no por ello deja de parecerme una opción atrevida. Desde luego que los especialistas de la marca francesa lo habrán analizado con esmero, así que el desafío me parece interesantísimo al igual que su desenlace.