Mucha gente dice que es fácil coger a un equipo que lo ha ganado todo. Quizá lo sea. Pero está comprobado que si existe algo en este mundo que no atrae a Guardiola, eso son las tareas fáciles. Es cierto que se hizo cargo de un club que Heynckes había dejado en la cima del fútbol europeo, que jugaba de maravilla y al que además le añadió el talento de Götze y Thiago. Pero en vez de dejar que la maquinaria diseñada por Don Jupp siguiera rodando y aplastando rivales, prefirió apostar por un guión mas arriesgado y revolucionar el estilo del vigente campeón de Europa.

Para ello, mezcló el modelo Jupp con el suyo mismo, potencia y fuerza física con posesión y pase, verticalidad por las bandas con el tiki taka por el centro. El Bayern es capaz de adaptarse a cualquier contrario y estilo al que se enfrente. Hay veces en las que Guardiola apuesta por un falso nueve al estilo Götze, en otras prefiere la altura y potencia de Mandzukic. Otras opta por Lahm de pivote y a veces por Javi Martínez para parar las contras del rival. Esa flexibilidad es la virtud mas grande de este Bayern que parece imparable cuando se pone las pilas. Y frente al Madrid se las pondrá.