Conviene no precipitarse en las valoraciones. Disfrutemos del magnífico podio de Alonso en Shanghai pero siendo prudentes antes de lanzar las campanas al vuelo. No sólo porque, obviamente, los Mercedes siguen por delante del resto sino porque debemos esperar para saber si el resultado del asturiano representa un cambio en la tendencia de Ferrari o un simple espejismo circunstancial. El F14 T evolucionó entre Bahrain y China, una progresión efectiva que le ha permitido al asturiano aumentar su rendimiento. El siguiente desafío consiste en consolidar esta mejora y descubrir cómo irán avanzando también los competidores: de momento, desde la escudería plateada ya han adelantado que en Barcelona contarán con su mayor evolución en lo que va de Mundial.

Hay que tener en cuenta que Raikkonen, con el segundo Ferrari, acabó octavo y a casi un minuto de su compañero de escudería. Es evidente que la motivación de luchar por el podio ayudó al español, pero quizá la medida real del coche rojo se encuentre entre ambos... Además de la superioridad de Mercedes, los Red Bull (al margen de problemas puntuales) están a un mayor nivel, así que en Maranello queda mucho por hacer antes de que nos podamos sentir justificadamente optimistas. Entre otras cosas, porque los dos primeros del campeonato cuentan ya con una ventaja significativa de puntos que ahora toca remontar y no será en absoluto sencillo. Por eso insisto en que evitemos la euforia, las cosas no cambian tanto de un día para otro...