Simeone utilizó en la última respuesta de su rueda de prensa una frase de Gabi en una entrevista que concedió días atrás. Recordó que según su jugador el equipo adversario les podía ganar por la calidad de sus futbolistas, pero no por la ilusión y la pasión de él y todos sus compañeros. Llegados a este punto, Simeone sabe dónde está la fuerza y el corazón de un club que lleva 40 años esperando este momento. Todos imaginamos un partido muy táctico, con muchas precauciones y la vista puesta en las porterías propias. Estamos ante dos equipos de apariencia parecida. Simeone enumeró las semejanzas, sólidos en defensa, poco goleados, juego directo y certeros a balón parado. Luego queda la inspiración, un error inesperado o una decisión arbitral, que de esto sabe mucho Mourinho ya que al parecer él sufre todos los errores. O eso da a entender de vez en cuando, como el fin de semana pasado ante el Sunderland en la Premier.

Ausente Etoo, lo más lógico es que juegue Torres, que es el detalle sentimental de la semifinal. Si bien cuando empiece el partido el sentimiento quedará para otro día. Le costará al futbolista sentirse enfrente de su equipo del alma, y a los aficionados del Atleti disfrutar con su gran zancada. El mundo al revés. Frente a Torres o no, el caso es que el Atlético está disfrutando mucho el camino a lo largo de la temporada, sucede que lo importante está en la meta. Exactamente en la final de Lisboa. Quedan dos partidos