Faena por el peor pitón

Del partido sacó el Madrid un gol de oro y buenos apuntes para el futuro sin necesidad de salir de casa. Dani Carvajal aprobó dos cursos de carrera en sólo una noche, sobreviviendo al peor pitón del Bayern, el izquierdo, con Ribéry, tercer jugador del mundo, y su afluente Alaba, lateral enorme, probando si por ahí se ablandaba realmente el adversario. El francés acabó siendo sustituido sin dejar huella en el partido. Y el austriaco perdió pronto la fe y el combustible.

No hay lateral ofensivo en la historia del fútbol que no levante sospechas y debates. Bien lo sabe el Bernabéu, que con Roberto Carlos siempre anduvo entre el amor incondicional y el miedo al destape. Así que Carvajal necesitaba un partido así, de arte mayor y con el enemigo más afilado, para explicar que primero es defensa y luego llegan los extras. Ahora debe rematarlo en Múnich, la única prueba más difícil que la que pasó ayer. Y con el morlaco ya toreado.