Un trampolín hacia la Fórmula 1

Lo ha asegurado Jaime Alguersuari, el promotor del campeonato, durante la presentación de la carrera de MotorLand: “El sesenta por ciento de los pilotos de la Fórmula 1 han pasado por las World Series”. La verdad es que no he verificado el dato, pero si alguien lo sabe bien es la persona que, a finales de los años 90, puso en marcha una nueva categoría de monoplazas que por entonces muchos catalogaron como quimera. Sin embargo, tres lustros después lo que comenzó siendo el Open by Nissan se ha afianzado como un auténtico trampolín hacia los grandes premios, comparable a cualquier otro certamen de relumbrón como la propia GP2, que convive en los circuitos con la F-1. Ese disparate (que lo era sólo porque nacía en España y no en Italia o Inglaterra) sigue gozando de excelente salud y algunos de los pilotos más prometedores del mundo lo eligen como antesala de su objetivo final en la élite.

Este fin de semana las WS 3.5 recalan en el circuito de Alcañiz y lo hacen con pilotos españoles con el cártel de favoritos. Carlos Sainz Jr. y Roberto Merhi son dos de los talentos más lustrosos de nuestro automovilismo y de su éxito en este certamen dependerán en buena parte sus opciones de ir un paso más allá, de acariciar ya el sueño de la Fórmula 1. Afrontan una temporada, desde diferentes planteamientos, trascendental en su trayectoria deportiva y es así como llegan muy motivados a la cita de casa. Así que sólo queda que la afición responda y les acompañe como merecen, máxime cuando disfrutar de un sensacional espectáculo (que va más allá de las propias competiciones, dentro y fuera de la pista) no cuesta ni un solo euro. Y eso, en los tiempos que corren, es un aliciente añadido…