Resulta difícil extrapolar la labor de jugadores concretos. Pero vamos a referirnos a dos que se adaptaron con compromiso ejemplar al 4-4-2: Di María y Bale. El argentino, caído como volante a la izquierda y el galés, a la derecha. Ambos se mataron a correr, coincidiendo en 10,5 kilómetros de recorrido cada uno (el Fideo en 83’), los dos lucharon por recuperar balones y también igualaron en cinco robos; y a los dos les sobró fuerza y arrestos para lanzar las contras, con culminación en el 0-3, iniciado por Di María e impulsado hasta boca de gol por Bale.

Bale pudo marcar en el minuto 8 en fallo de Neuer, que dejó la portería vacía. Pero su carrerón en el 35’ para el 0-3 compensó el anterior fallo.

Di María volvió a ser el turbo del equipo, apoyo vital de un Xabi serio y de un Modric fantástico. El Fideo apoyó a Coentrao para frenar a Ribéry y Lahm... y se dejó la piel en cada subida eléctrica. Un gran día de Di María y Bale.

Muro de acero. 4-4-2 Con Bale y Di María sacrificándose a tope. Dos líneas de acero, con Ramos y Pepe sublimes: ¡29 despejes de cabeza!

Contra en 8 segundos. Di María lanza (1) a Benzema, que pasa a Bale (2), gana la carrera (3) y pasa a Cristiano (4) que hace el 0-3. ¡En 8 segundos!