El equipo se ha relajado

No es normal dejarse cuatro puntos en dos partidos consecutivos, justo después de haber practicado el mejor fútbol de la temporada en Múnich. Se alcanzó un objetivo complicadísimo que se llevaba demasiados años esperando y el equipo se ha relajado. O compites al máximo nivel y con la máxima intensidad en cada partido, o los rivales te hacen daño. Valencia y Valladolid dejan la Liga en bandeja para Barça y Atleti. Sólo un milagro nos metería, de nuevo, en la pelea. Ahora viene el dilema. Empezar a reservarse para la gran cita del 24, dando descanso a los pesos pesados, o seguir peleando con todo mientras haya opciones. Tarea que deberá resolver Ancelotti. Ayer el susto lo dio Cristiano. Confiemos en que esté apto para la final y que no haya más bajas.

En estos dos últimos encuentros he visto al equipo más partido de lo habitual, con demasiada distancia entre defensa y ataque y costándole mucho el repliegue. En Múnich fue lo opuesto, líneas muy juntas y ayudas constantes. El Valladolid se jugaba la vida y puso más agresividad que nosotros en cada pelota dividida, nos robó demasiadas veces en nuestra zona de creación y llegó más al área de Iker de lo que debería ser habitual. La segunda línea de futbolistas como Modric o Isco tampoco acompañaron a Benzema y Morata. Tenían muchos metros que recorrer y casi nunca llegaban a zona de ataque. Sólo Di María logró conectar con los puntas, pero fue insuficiente. Sé que es complicado abstraerse de Lisboa, pero ahora el Barça depende de sí mismo para ganar la Liga.