Los deberes ya estaban hechos

El Rayo fue goleado de nuevo por el Villarreal, como en la primera vuelta. En otras circunstancias la fuerte derrota podría haber resucitado los fantasmas que le persiguieron durante dos terceras partes de la temporada por su delicada clasificación, pero ahora no pasa nada. El equipo vallecano hace tiempo que hizo los deberes y que obtuvo un notable alto al asegurarse la permanencia en Primera hace un par de jornadas. Lo peor, sin embargo, no fue la goleada sino la lesión de Borja López en la rodilla izquierda.

Al conjunto de Paco sólo se le pueden poner un par de peros y más que nada por ejercer de abogado del diablo. Uno es que ha encajado siete goles en los dos últimos partidos y no ha marcado ninguno. Otro, que no podrá igualar un par de registros que tenía a su alcance. El técnico ha tratado de motivar a unos jugadores buscando objetivos inmediatos. Paco quería que el cuadro franjirrojo volviese a ocupar la octava plaza, como en la campaña anterior. También que igualase los 33 puntos en una vuelta que logró el equipo dirigido por Manzano allá por 2002, que en un segunda parte del curso magistral pasó de puesto de descenso a escribir una página gloriosa en la historia del Rayo. Ninguno es ya posible.