Twitter, el hogar de la Minoría Chillona que nos marca la agenda

Fanáticos malpensados. Vicente del Bosque ha decidido no incluir a Álvaro Arbeloa en la lista de cara al próximo Mundial. Una decisión que ha tomado a poca gente por sorpresa, que ha sido aceptada con más o menos simpatía por los principales actores de la trama. Incluso el propio Arbeloa, desde su cuenta de Twitter dio un magnífico ejemplo de normalidad al colgar un comentario en el que daba las gracias a sus compañeros, se mostraba agradecido ante lo vivido y le pedía a la Selección que regresara de Brasil con otra nueva estrella en el pecho. Para un noruego acabado de llegar a España, sería el escenario habitual. Pero no. Resulta que hay un lío que sin ser nada es el que marca la agenda a la mayoría por parte de la Minoría Chillona.

Hay dos mundos. A medida que se consolida el uso generalizado de las Redes Sociales se demuestra que menos tienen que ver con lo que pasa. La realidad de lo que pasa en la calle es absolutamente más plácida del debate de la Redes que a rebufo de una manera de hacer periodismo ha sido tomada por un comando chillón.

Hacerse notar. Y es que bien pensado, resulta mucho menos atractivo colgar un tuit o salir en la tele, diciendo que está bien lo que haga el seleccionador que descubrir conspiraciones, venganzas y rencillas indemostrables. Estas, por poca audiencia que tengan en el momento, son tan potentes que a base de resonancia en la Red llegan a marcar la agenda de medios y de personas que jamás pensaron mal. Igual esto del odio en la Red que tanto preocupa a ciertos sectores de la sociedad española puede llegar a ser cierto. Pero el problema no está en la Red, está en la Sociedad de la Propaganda. El odio está en ellos que, en el fondo, llevan siglos adoctrinando.

Cosas serias. Este lío impostor por Arbeloa es una cuestión sin importancia que se olvidará en cuanto España esté a punto de debutar en el Mundial. Y todos, con Arbeloa a la cabeza, se pongan a animar a España. Lo serio, lo que perdura es lo de Bela Guttmann y su maldición contra el Benfica. Eso sí era un tema de debate. Claro que cuando el húngaro lanzó su maldición al Benfica no había Twitter. Casi mejor, porque entonces lo más probable hubiera sido que su maldición hubiera pasado por el tamiz de la Minoría Chillona.