Atlético: triunfó la ética del esfuerzo

 No hubo entrega de trofeo en el Camp Nou, y quizá se echó en falta, pero el Atlético ganó la Liga. Lo puedo certificar, estuve allí. Lo hizo como lo ha hecho todo este año: pegándose un arrimón, agarrado a la fe, superando dificultades. En partido a ser o no ser, en la guarida del Barça, frente a Messi, Iniesta, luego Xavi, Neymar... Lo hizo con Diego Costa lesionado a los veinte minutos, con Arda lesionado poco después. Lo hizo levantando un golazo de Alexis, que sacó el remate de su vida en una jugada que no parecía dar tanto de sí. Lo hizo a pesar de un tiro al palo, el enésimo, de Villa.

Hay algo que nos alegra a todos en esta victoria. Más a los atléticos que a nadie, claro, pero también a una gran mayoría de madridistas. Y a los aficionados de toda España. Hasta los culés respetaron el título de los atléticos, a pesar de la profunda decepción que les produjo el nuevo ejercicio de impotencia de su equipo, que se va en blanco de la temporada. Tantas veces como se le ha permitido reengancharse a la Liga, ha desperdiciado la ocasión. La última fue ayer, cuando todo su juego se canalizó por el esforzado Alves y sus continuos centros al área. No, esto ya no es el Barça, nos lo han cambiado.

También ha cambiado el Atlético, claro. Pero para muy bien. Ha caminado esforzadamente por el campeonato con pocos jugadores, tres de ellos descartes de los dos grandes, el portero Courtois prestado. El resto, fichajes hechos desde el acierto, no desde el dispendio. Nada de 'vedettes'. Compañerismo, fútbol, esfuerzo... De eso está hecho el Atlético. Pensé que la mano de Caballero le había quitado la Liga. Pensé que también se la había quitado el chupinazo de Alexis. Pero no, esta Liga era suya, porque lo merecía él y porque lo necesitaba el fútbol. Hace falta creer en lo que defiende este Atlético.