Juanfran tiene más razón que un santo. Las tretas psicológicas no sirven ante el Atlético del Cholo que sabe latín. El mensaje blanco de que los favoritos son sus rivales es una milonga y Simeone y su gente no van a caer en la trampa. Por eso la concentración que empezó anoche en Los Ángeles de San Rafael. Si en algo el Atlético es superior al Madrid es en la unión que hay dentro de ese vestuario. Y sobre todo en la psicología Simeone. Hoy por la noche casi seguro habrá doctrina cholista habitación por habitación y de manera individualizada a cada uno de los jugadores para recordarles por enésima vez que tienen que creer en lo que ellos hacen y de esta manera podrán traerse la Champions de Lisboa.

De momento la previa de la final está siendo modélica. Las dos partes alaban y respetan al adversario y nadie saca los pies fuera del tiesto. La nota discordante siguen siendo los precios que tendrán que soportar las dos aficiones en Lisboa. Parece mentira que nadie, a nivel oficial, haya protestado. Y por el Calderón saben que este año está siendo realmente único. Que lo pueden coronar con un sueño que parecía imposible y que lo más importante llegará tras el partido: mantener los cimientos del Cholo.