España no es un país racista

La lucha contra el racismo debe ser una prioridad. Y nadie puede sentirse impune porque se encuentre inmerso en la muchedumbre de un estadio. Me consta que las autoridades del fútbol español se han dado cuenta de que había que tratar este problema. Los últimos ejemplos de manifestaciones racistas (como el del plátano lanzado a Dani Alves) han hecho un daño terrible a la imagen de España y no podemos cerrar los ojos. Sin embargo, el extranjero que soy cree que las acusaciones en contra de España son un poco exageradas por no decir injustas. No pienso que tengamos que definir a este país como racista porque unos cuantos imbéciles hayan sido mediatizados.

Cierto es que todavía falta aquí algo de educación a la diferencia y que mucha gente no sabe aún convivir con seres humanos de otras procedencias. Pero si miramos con atención los resultados de las elecciones europeas del pasado domingo, nos damos cuenta de que los partidos abiertamente anti-inmigrantes han obtenido grandes resultados en países como Gran Bretaña, Dinamarca o Austria. En Francia, el muy racista Frente Nacional ha terminado, incluso, en primera posición con un 25 por ciento de los votos. Sin embargo, en España este tipo de organizaciones apenas tienen respaldo...