Good night, mister Al-Thani

Entusiasmados como estábamos con el primer partido de las finales NBA, el jeque nos dio la noche el jueves con su amenaza de fuga. Tuit va, tuit viene. A mí me vino a la memoria el famoso “good night” con el que se despidió de la red social para no volver a dar señales de vida hasta que le dio la gana. Supuse que, por qué no, podría ser una trastada más. Cosas de chavales. La intuición se confirmó por la tarde y después de que Ángel Rodríguez (tiene mérito lo que aguanta el hombre) se pegase toda la mañana haciendo una rueda de periodistas para pedir un cable, llegó Al-Thani y dijo que ya no se iba. Si lo que hubiese en medio no fuese algo tan importante como el Málaga CF, nos lo tomaríamos directamente a cachondeo. Qué mal está quedando.

Existe una creencia generalizada que considera que a Al-Thani siempre habrá que agradecerle haber colocado al Málaga en la posición más alta de su historia, jugando en el jardín de los ricos de la Champions, disfrutando de Pellegrini, Cazorla, Isco, Toulalan, Joaquín, Baptista, viviendo el cuento de las Mil y una Noches. Es un reduccionismo innecesario. Málaga necesitaba un héroe, sí. Y durante un tiempo lo encontró en este intrigante personaje, capaz de construir un gigante con pies de barro y al año aparecer en las noches de twitter como un irresponsable. Lo que necesitan las grandes instituciones con fiel e incombustible masa social como el Málaga, en Primera y en Tercera, es seriedad. Así que mister Al-Thani. O good morning, o good night.