Guillermo nos robó el corazón

Guillermo tiene nueve años y vive en Cáceres. Nació con el síndrome de Down. El año pasado participó en la Vuelta Júnior. Juanjo Vispe grabó unas imágenes que no se pueden explicar con palabras, porque van directas al corazón. Se pueden ver en AStv (www.as.tv/videos) Unas imágenes que son todo un ejemplo de integración. Mejor que mil campañas que se puedan hacer. Sólo por eso se justificaría la existencia de la Vuelta Júnior. Miles de niños viven la ilusión de hacer el último kilómetro de algunas de las etapas de la Vuelta. Con la policía abriendo carrera, con la meta, con el podio... Trasladado al fútbol, como si a un niño se le ofreciera jugar en el estadio de su equipo preferido. Entre esos niños estuvo Guillermo. Fue uno más.

Pues esa Vuelta Junior, presentada ayer, vuelve este año. Con los mismos mecenas: Cofidis, Consejo Superior de Deportes, Unipublic y Asociación de Ciclistas Profesionales. Creen en la idea y siguen, convencidos de que están haciendo algo bueno. Tan bueno que no tiene precio. Como la fantasía de los niños. La Vuelta Júnior va por el cuarto año, ha pasado por 26 ciudades y ahora se sumarán once más. Ya forma parte de la carrera y se ha convertido en un aliciente para todas las localidades que son final de etapa. Sin más discriminación que la de que sean niños/as. Por delante tienen un kilómetro de recorrido. El mismo que la Vuelta. Un desafío que les convierte a todos en héroes, y sobre el que Guillermo, el año pasado, nos robó el corazón.