Se trata de que España haga goles. Todos los posibles para enmendar el siniestro de Holanda. Y lo cierto es que hay material entre los veintitrés de Del Bosque para creer en una goleada. Se tratará de añadir a la calidad, innata e indiscutible, la necesaria mentalidad depredadora. Lo hemos visto en selecciones campeonas del mundo: al campo se sale a morder. Más allá del innegociable toque de La Roja, que nos distingue y nos dio alegrías, en un Mundial no se puede ganar cada partido por 1-0, resultado medio que nos dio el título en Sudáfrica. Más aún, cuando el golaverage aprieta, es la hora de llevar el cuchillo entre los dientes y buscar la red de Chile a cualquier precio.

Del Bosque tiene que manejar bien los conceptos ofensivos. Llegar con toque, con ariete, con bandas, con nueve falso... Sea como sea, lo imprescindible es meter velocidad, corazón y entusiasmo. Es posible que la propia goleada de Holanda haya provocado una rabia que impulse a España ante Chile en ataque. Ahí están los promedios goleadores de nuestros jugadores de ataque (cuadro adjunto), que distinguen a tipos como Villa, Torres, Mata y Pedro, denostados a la suplencia en la primera alineación titular del seleccionador. Del Bosque tiene que sopesar lo que España se juega y pedir a los suyos que mueran en el área de Chile.