Manu Carreño

La Roja abdica en Brasil

Pues no. Resulta que lo de Holanda no fue solamente una mala noche. Era algo más. Ante Chile, Jordi Alba llegaba a la línea de fondo y se paraba. Iniesta lo intentaba, sobre todo en la primera parte, pero sin compañía. Costa tendrá que ganarse el 9 de España... Y así podríamos seguir con todos. El mejor de ayer fue Koke. Que, una vez visto el partido, debería haber entrado antes y ocupar el puesto de Xavi Hernández. Escribo esto y aún me cuesta encontrar una explicación a lo que ha pasado. Es increíble. Que en dos partidos hayamos encajado siete goles y hayamos marcado sólo uno, y de penalti. Cuesta explicar que no seamos capaces ni de marcar a puerta vacía. Al llegar a Brasil, dijimos que seríamos campeones o no, pero que seguro que La Roja no nos decepcionaría. Porque seríamos fieles a nuestro estilo. Pero ni siquiera eso hemos mantenido.

No han sido sólo dos malos partidos los que nos han echado del Mundial. Y, aunque estamos agradecidos por todo lo que estos jugadores nos han dado, la decepción ha sido mayúscula. La estrella en el pecho ha sido una estrella fugaz. Y, en el día en el que el Rey abdicó, España perdió también su corona. Tal vez Brasil sea el inicio de una nueva etapa, aunque habrá que respetar primero la decisión de Del Bosque de seguir o dejarlo. Con él o sin él en el banco, hay jugadores para pensar desde hoy en la Eurocopa de Francia y el Mundial de Rusia. Koke, Isco o Jesé más la mayoría de los que están harán de nuevo una Roja competitiva.