Cuando hablamos de la importancia de las pretemporadas en el deporte, mucha gente pasa de nuestros comentarios y piensa que nuestras opiniones son simplemente teorías sobre la preparación física. Sin embargo, la realidad casi siempre se encarga de darnos la razón, pero casi siempre demasiado tarde, cuando el fracaso y la decepción ofuscan nuestras mentes y no somos capaces de retener las enseñanzas. La temporada siguiente, la mente del aficionado, cargada de enorme ilusión, no tiene memoria histórica del fracaso pasado. Y así se va repitiendo la historia.

Ahora tenemos el caso de Portugal contra Estados Unidos, partido que se va a jugar a más de 30º y con una humedad rayando el 80%, donde la alta temperatura, junto a la humedad, van a provocar una pérdida importante de líquido corporal que inexorablemente va a afectar al rendimiento deportivo. El equipo que haya tenido la precaución de entrenarse en estas adversas circunstancias jugará con una gran ventaja en el plano físico respecto al contrario. Al tiempo, ponemos por testigo. El caso de la desconocida selección española, es un ejemplo típico de cuanto aquí comentamos y decimos.