Ahora que el Madrid se ha quedado sin Liga y sin Copa de Europa, lo sencillo sería sacar las bayonetas y buscar responsables. Pero supondría un ejercicio de irresponsabilidad y de falta de rigor a la hora de analizar lo sucedido. En Milán, el equipo se quedó a un puntito (el que hubiera evitado la prórroga) de haber ganado la primera gran corona europea de las dos últimas décadas (la Octava cayó en Zaragoza 1995). Y en el Palau no se pudo forzar anoche el quinto y merecido partido porque los arbitrajes de la ACB suelen arrimar el hombro hacia donde más conviene. Y como en la liga regular el equipo de Xavi Pascual coleccionó derrotas y el Madrid récords, convenía apoyar al débil para proclamar que su competición es tan igualada que de nada te vale ser el mejor durante ocho meses. Absurdo sistema y absurda manera de promocionar tu Liga, cada vez más clandestina, tediosa y falta de credibilidad...

El trío formado por Pérez Pérez, García Ortiz e Hierrezuelo supo cómo echar una mano al Barça cuando el marcador se apretaba. Las dos antideportivas señaladas a Carroll y a Mirotic son dignas de estudio, la clara personal en ataque de Navarro sobre Mirotic se convirtió en la eliminación de Nikola (¡alucinante!) y el desvarío total fue que expulsasen a un señor que está en silla de ruedas. No hay misericordia cuando se trata de ponerse del lado del poder. Laso se fue en su silla de ruedas y muchos se mofan de él. Pues proclamo que sólo con él volveremos a lo más alto. Yo creo en Laso.