De Neymar y Medel a James Rodríguez

Prórroga dramática en el Brasil- Chile. Estas prórrogas les vienen bien a los mundiales, porque en ellas el fútbol vuelca sus máximos de emoción y dramatismo. La de ayer coronaba un partido esforzado por ambas partes, que Chile llevó muy bien en el arranque de la segunda parte, en el que vimos a Brasil temblar. Este Brasil, ya lo sabíamos, va muy justito. Le quitas el gol de Neymar, que ayer no llegó, y se queda bastante por debajo de lo que la ‘penta’ merece. Chile gustó, con esa combinación de trabajo y calidad, con ese orgullo, con ese fútbol bueno y de dientes apretados.

A dos minutos del final de la prórroga, Pinilla pegó un tirazo al larguero. Ahí estuvo el partido, ahí se le escapó a Chile al tiempo que le predisponía a los penaltis con ánimo lúgubre. ¡Después de haberlo tenido en la mano! Y, efectivamente, Pinilla falló el primero de la tanda. Luego Chile fallaría dos más, mientras Brasil hacía tres. Mérito para todos, porque tras el esfuerzo de dimensiones bíblicas que fueron los 120 minutos me quedé pensando a quién le podría restar salud para recorrer medio campo y lanzar. Neymar marcó el último, tras dos parones para amagar, más que paradinhas. Me dejó dudas.

Pena para Chile, cuya eliminación dolorosa merece solidaridad. Ver el rostro de Medel, ese héroe, arrasado por las lágrimas, me conmovió. Pero Chile (La Roja, antes que nosotros) se va con la cara alta. Luego, el Colombia- Uruguay sirvió para elevar a los cielos a James Rodríguez, que va camino de convertirse en el gran jugador del campeonato. Ya es ‘pichichi’ y su aportación no se queda en el gol, ni mucho menos. Uruguay fue pierna fuerte y nostalgia de Luis Suárez, a quien todo el país reivindica con fuerza. James Rodríguez, Luis Suárez, noticia grande los dos... por motivos opuestos.