Francia está en manos de un ganador

La fortuna en el sorteo de la fase de grupos y en el cruce de octavos había otorgado a Francia con un estatus de “favorito” que ha sabido gestionar muy bien hasta el momento, a pesar de la juventud del grupo. En esta ocasión, frente al ogro alemán, los Bleus no tienen nada que perder porque la lógica invita a pensar que el equipo de Löw debería pasar a semifinales. Pero tal y como dice el lema pintado en el autobús de los jugadores galos en Brasil: “Imposible no es una palabra francesa”. Y esta idea es justamente la que empuja a creer al aficionado que soy que algo muy especial puede ocurrir hoy en Río de Janeiro. No hace falta que les recuerde la fe total que tengo en Karim Benzema… Así que les voy a hablar de Didier Deschamps, el mejor seleccionador francés desde el inmenso Michel Hidalgo (Mundial del 82 y Eurocopa del 84).

En la vida y en el deporte hay ganadores y perdedores, y el actual técnico de los Bleus es uno de los futbolistas más laureados de nuestra historia. Fue, además, el primer francés en levantar una Copa del Mundo. Ganar es su forma de vivir y ha sabido transmitir a sus jugadores este espíritu sin caer en una peligrosa euforia. Deschamps maneja los tiempos con mucha inteligencia y, después de semanas de autocontrol, ya se le ven gestos muy significativos. Se nota que cree en la victoria final. Seguramente Francia no tiene tantos futbolistas buenos como Alemania, pero tiene en el banquillo a un fabuloso líder.