El mercado de pilotos del Mundial de MotoGP se encuentra en plena ebullición, algo habitual cada temporada por esta época. Como era previsible, Jorge Lorenzo continuará en Yamaha, así que lo más destacable de los acuerdos que se irán oficializando en los próximos días o semanas es la más que probable incorporación de Aleix Espargaró al equipo oficial Ducati. Una magnífica noticia, porque el catalán merece indiscutiblemente una oportunidad con una moto más competitiva que las que ha utilizado hasta ahora en la categoría reina. Supondría una injusticia tremenda que después de su rendimiento de este año con una Yamaha Open no hubiera acaparado el interés de una gran marca, como por fortuna ha ocurrido con la de Borgo Panigale (seguro que también de alguna más, pero sin manillares disponibles).

Parece evidente que el mayor de los Espargaró afrontaría así un desafío que no es precisamente sencillo. El proyecto italiano lleva ya demasiado tiempo estancado y tampoco en 2014 ha terminado de despuntar, aunque creo que cierto cambio de tendencia podría facilitarle las cosas al español el año próximo. En cualquier caso, todas las ventajas de una moto de fábrica y del potencial de una estructura sin apreturas financieras suponen un entorno mucho más propicio para un peleón como él. Un salto cualitativo en su carrera, que llegaría en el momento justo en términos de capacidad y experiencia, así que creo que si la evolución de Ducati sigue por los mismos derroteros Aleix estará en disposición de darnos muchas alegrías. Al menos para mí lo serán, porque además de un sensacional piloto es un tipo estupendo…