Pol Espargaró acierta al invertir en su futuro

El potencial de Pol Espargaró en MotoGP es indiscutible. Normal, por tanto, que las marcas de la categoría reina se fijen en el vigente campeón de Moto2, que además está gestionando con acierto su primera temporada en la clase reina (lo extraordinario fue el debut de Marc Márquez). Gracias a ese rendimiento ha apuntalado la confianza de Yamaha y él ha querido responder con la renovación para 2015 con opción a otro año más, siempre pensando en que pueda haber una vacante en el equipo de fábrica. Me gusta que sea sí, porque demuestra que el menor de los Espargaró invierte en su futuro, mirando mucho más allá que al corto plazo y anteponiendo un proyecto solvente a la tentación económica de una gran ficha. Tiempo tendrá de ganar dinero si se convierte en campeón del mundo de la categoría grande.

Nadie cuestiona que, a día de hoy, las motos ganadoras son exclusivamente cuatro, repartidas en parejas entre Honda y Yamaha. Y Pol aspira a la que pudiera dejar vacante Lorenzo en 2016 (incluso, quién sabe, Rossi si por cualquier motivo adelantara su retirada), así que ha rechazado ofertas que también tenían alicientes. Es de esperar que Ducati siga progresando adecuadamente, pero saber hasta dónde podrá llegar es una incógnita; un planteamiento aplicable a Suzuki, un regreso esperado en el Mundial pero cargado de incertidumbres. Así que el catalán ha preferido pisar en firme y pensar en lo que debe hacerlo un piloto ambicioso: no en su cuenta corriente sino en vencer carreras. Elección inteligente que seguro le dará los frutos apetecidos a medio plazo. Y tiempo, además de talento, es lo que le sobra a su edad…