Aislado. Es época de fichajes y, sin embargo, hay un jugador sin equipo al que nadie contratará. Dani Benítez, despedido del Granada tras su positivo por cocaína el 27 de marzo, cumplirá una sanción de dos años y ya se ha apuntado al INEM. Ahora hace la pretemporada solo, entre Granada y su Mallorca natal, pese a que su segundo hijo y su segunda mujer siguen en la capital nazarí. Mientras, Mikel Rico (Athletic) y algún colega más le animan, y sus abogados intentan negociar una rebaja o encontrar un resquicio para alegar. El extremo no entiende aún cómo el fax con su sanción por el consumo social de la droga llegó a varias manos antes que a las suyas.

Excedencia. El que sí ha fichado por otro equipo es Pablo Infante. Aquel fino mediapunta que sorprendió a España hace dos años con el Mirandés en la Copa (semifinales) llega a la Ponferradina. Lo curioso es que deberá ampliar la excedencia que pidió en una de las sucursales de IberCaja. Hasta la temporada pasada compaginaba sus funciones de director y capitán. Las lesiones le obligaron a descansar más y a dejar el banco. Ahora, parece que le ha cogido el gustillo a tener solo un trabajo ya que firma un año con opción a otro.

Bote. Lo bueno de muchos traspasos es que hay terceros clubes, más necesitados, que también se enriquecen. Si el Zaragoza ingresó 1,5 millones de euros por la venta de Ander al United por haberle formado, estos días son los atléticos Adrián y Filipe los que han repartido más pedreas. El traspaso del ariete al Oporto dará 200.000 euros al Oviedo y la venta del lateral brasileño al Chelsea hará ganar al Depor 1,2 millones. Aunque no sea para sobrevivir sino para invertir, el Madrid se llevará 7,5 por la venta de Garay al Zenit.

Al banquillo. Amor y Yeste serán ayudantes antes que entrenadores. Pese a conseguir el carnet en 2006 junto a Guardiola y Luis Enrique, el exbarcelonista ya ejerce como asistente, para probar, en el Adelaida United de Australia (rival veraniego del Málaga). El que fuera estrella del Athletic ha fichado por el Eldense (2ªB), donde hará de segundo porque no tiene el título. Ha sido clave en la contratación Mario Rosas, exjugador del Barça B con el que coincidió en la cantera de la Selección, y que además de ser inversor y director deportivo del club podría seguir siendo otro año su centrocampista estrella.