Raikkonen debería mostrar más respeto

Kimi Raikkonen me parece un piloto de enorme talento, como no podía ser de otro modo en todo un campeón mundial de Fórmula 1. Tampoco descubro nada nuevo recordando que su personalidad tan especial nos ha dejado algunos momentos divertidos, que le ponen salsa a un deporte en ocasiones demasiado encorsetado. Yo mismo admito que sus reacciones me resultan llamativas y jocosas, puedo llegar a entender ciertas actitudes suyas que viniendo de otros resultarían quizá menos aceptables, sin que en realidad debiera ser así. Todo un personaje, vamos... Sin embargo, mi sensación últimamente, a lo largo de la temporada de su regreso a Ferrari, es que se está excediendo en su pasotismo y desconsideración hacia lo que representa un negocio que tan bien le permite vivir.

Es indiscutible que a él, como a cualquier otro piloto de élite, le pagan fundamentalmente por correr y ganar, no por ser un excelente relaciones públicas. Eso no significa que le esté permitido todo y considero que le es exigible un mínimo de respeto hacia los seguidores de los grandes premios, su equipo, los patrocinadores y la Prensa. Contestar por costumbre con monosílabos, recurrir a obviedades o cumplir con sus obligaciones con desgana es poco profesional, incluso para un tipo tan particular como Kimi. Sobre todo cuando esa tarea que ya digo prioritaria, la de convencer al volante, tampoco la está realizando con acierto desde el momento que su compañero de equipo le supera día tras día, para entendernos le está dando una paliza en la pista. Así que Raikkonen corre el riesgo de pasar de ser simpático y entrañable a maleducado y patético, una especie de caricatura de sí mismo. Y yo bien que lo lamentaría...