Serge Ibaka ya está en España, y eso dice mucho en su favor. Es cierto que en 2011 recibió una nacionalización exprés para jugar con la Selección, nacionalización que resultó un tanto polémica, porque en el momento que la recibió se trataba de un jugador congoleño que residía en Estados Unidos. Su pasado en España se reducía a tres años, cuando llegó a L’Hospitalet en 2006. Allí jugó con el equipo local y después con el Manresa. En 2009 se fue a la NBA con muy escasas posibilidades de regresar, dado el enorme futuro que se le abría allí. Pese a ello, y atendiendo a sus tres años en España, se le concedió la nacionalización por la vía de urgencia para que jugara el Eurobasket de 2011. Su aportación fue considerable para ganar el oro.

Volvió a jugar con la Selección en los Juegos de 2012, y ahora regresa dispuesto a tirar del carro. “Podemos disputar el oro a Estados Unidos”. ¡Así se viene a la Selección! Sabe lo que dice, porque él juega en la NBA, y es figura allí. Su opinión tiene peso. Además es compañero de Durant, líder del equipo americano. Pronto se enterará de lo que ha dicho Ibaka, y pensará: “Cuidado con éstos, que mira lo que dice Serge”. ¡Bien por Ibaka! Habrá tenido un paso fugaz por España, pero dejó raíces con su familia, tiene casa en Barcelona y habla español mejor que algunos extranjeros que llevan años en la ACB. Incluso llegó días antes de que el jueves se inicie la concentración, cuando estamos acostumbrados a que los jugadores se presenten con el tiempo justo. ¡Así, sí!