La expulsión de Rojas fue un castigo excesivo

Después de una lluviosa y accidentada etapa en la que ganó Navardauskas quiero tratar el polémico tema de la expulsión de Rojas. En el Tour al igual que en todos los deportes se hacen grandes cacicadas. No voy a defenderlo, seguramente Rojas se ayudó del coche y fue a su rebufo. Por eso debe ser sancionado, pero no me parece justo. Uno que lleva más de cuarenta años en este circo, sabe que hemos visto a grandes campeones ir a rebufo del coche tras pinchar a veinte kilómetros y se avanzaba a sesenta kilómetros por hora. Gracias a ir detrás del coche pudo reincorporarse al pelotón y ganar la etapa. No ha habido ningún ciclista que no se haya aprovechado de la ayuda del coche. Pero este juez-árbitro ha querido justificar sus dietas ante sus jefes echando a un corredor y creo que eso no es cumplir el reglamento, porque de aplicarse bien se tendría que echar a muchos más ciclistas.

Por eso digo que no es justa la expulsión a dos días de la finalización del Tour. La vida por desgracia está llena de injusticias en todos sus campos. Tenemos el caso en el fútbol del Racing de Santander, un equipo pequeño que lo castigan por no participar en un partido de Copa del Rey. Lo mismo hizo el FC Barcelona hace tres o cuatro años y no ocurrió nada. Este mundo está hecho de mentiras e hipocresías, y está muy claro que no todos somos iguales. Lo estamos viviendo cada día.