Una apuesta atrevida de Peugeot

Cuando Peugeot anunció que regresaba al Dakar con un coche de tracción trasera, no comprendí esa elección. Sólo podía pensar que quizá ellos, como franceses, sabían algo sobre el recorrido 2015 que ignorábamos todos los demás y que les había empujado a una decisión cuando menos arriesgada. Leyendo ahora esta interesante entrevista con su jefe de competición lo entiendo mucho mejor y, sobre todo, me encanta el planteamiento. Bruno Famin defiende que para superar a un rival poderoso y experimentado como Mini sólo podían elegir un desarrollo técnico alternativo y que, además, les aportara un aliciente añadido en términos de motivación: intentar ganar en Sudamérica con un buggy de motor diésel, algo inédito en esta competición.

Desde luego que el desafío es serio y sólo una gran marca como la del león tiene la capacidad de asumirlo con vocación de éxito. En principio, la lógica señala que un coche con transmisión integral es lo más adecuado para avanzar con eficacia fuera del asfalto, así que dar la vuelta a la situación a base de potenciar las cualidades de un dos ruedas motrices con larguísimas suspensiones y unos gigantescos neumáticos Michelin de enorme influencia en el conjunto no deja de tener sus dificultades. Y en el aspecto deportivo la elección añade picante al próximo Dakar, será apasionante comprobar hasta dónde puede llegar el 2008 DKR con un concepto tan revolucionario. Tan sólo su atrevimiento ya es acreedor del mayor de los reconocimientos...