Por fin, baloncesto. Han tenido que pasar dos semanas de concentración para que la Selección dispute su primer partido. Si los aficionados esperábamos este momento, ¡no digamos los jugadores! Los jugadores lo que quieren es jugar, no entrenarse ni estar concentrados. Pero después de un mes de vacaciones el que menos y de casi cuatro meses el que más, hay que coger la forma y preparar sistemas. Dos semanas es poco para eso, mas a partir de ahora se trata de ir alternando, y nada mejor que un partido para comprobar cómo marchan las cosas tanto física como técnicamente. Así pues, hoy se levanta el telón. Ante Canadá, una selección menor, que no jugará el Mundial, y que se encuentra de gira por Europa haciendo de sparring.

La Selección también hará su gira. La lleva haciendo desde que ganara el Mundial en 2006. Un éxito. En España todo el mundo quiere ver a la Selección. Si atendiera todas las peticiones, tendría partido los cuarenta días que dura la concentración. Como le sucede a la Vuelta, que ante tanta demanda, cada año podría hacer cinco Vueltas. Y si a esta carrera sólo le falta Girona para recalar en todas las ciudades, a esta Selección de baloncesto sólo le falta Cantabria y Navarra para que haya jugado en todas las comunidades. Es el mejor indicativo de que la cosa funciona. Antes no era así. Antes ganábamos una plata en los Juegos o en los Europeos, y no pasaba nada. Ahora no sólo se gana, sino que se rentabiliza. Eso es hacer las cosas bien.