P. P. San Martín

Iker entra en su punto de inflexión

Como todo, o casi todo, el fútbol es un estado de ánimo. Y el estado de ánimo de Casillas es lo que buscará Del Bosque en el portero del Real Madrid, más que su ‘estado de calidad’, del que nadie puede tener la menor duda. La cuestión es verle sonreír, mandar, pisar fuerte, ir decidido a por el balón, retornar al perfil atrevido, al de barriada diría, que le ha hecho tan grande y popular. La Roja y el Madrid necesitan a ese Iker que en esencia sigue estando ahí, aunque entrevelado, solapado por una corriente embarrada que debe superar con algo tan sencillo como su talento natural.

Del Bosque necesita en el vestuario gente positiva después del sufrimiento de Brasil. No le valen al seleccionador brazos caídos ni caras largas. Y el capitán blanco ha de ser el primero en venirse arriba, demostrando en Cardiff que vuelve del verano dispuesto a recuperar el terreno perdido para liderar a España cuando se le requiera. Así le espera también el madridismo, capacitado para transmitir seguridad, compitiendo en buena lid con Keylor por la titularidad. Es una cuestión de que Iker gestione la presión psicológica con habilidad, apoyado en la certeza de que la Selección y el Madrid le quieren en su mejor versión. Cardiff será el punto de inflexión en la reconquista de Casillas.