¡La primera del Sextete!

Paso al Rey. Cuando el pasado domingo vi a Cristiano copando la portada del AS me sentí orgulloso. Tras un verano en el que todos los protagonismos se los llevaron los nuevos (Kroos, que se salió en su debut, James, Keylor...) imaginé al 7 lo que sentiría por dentro: “Que nadie olvide que ya me he curado de la lesión y sigo siendo Cristiano...”. Es el mejor jugador de la Tierra. Es el más ambicioso. El más ganador. El más profesional. El que mejor entrena. El más fuerte mentalmente. El más fuerte físicamente. El más parecido al eterno Di Stéfano. El más devorador de títulos... De hecho, sólo le faltaba en su inacabable vitrina de trofeos esta Supercopa. Ya la tiene. Es el coleccionista por excelencia. Lo ha ganado TODO. Pero no se crean que ahora vaya a bajar la guardia. Al contrario. Alguien le ha contado lo del Sextete y le pone mucho el reto. Ganar seis títulos en un mismo curso (sin Obrevos que te ayuden) debe ser el no va más para un jugador profesional. Ahora que la tendinitis rotuliana pasó a mejor vida, ha vuelto la mejor versión del portugués. Ya lleva 254 goles en 247 partidos de blanco. ¡Qué bestia!

Iker, the wall. Agradezco a Casillas su reacción en el partido de Cardiff. Ayer le pedía en estas páginas que por favor volviera a ser él mismo, que despejase las adversidades que habían agujereado sus guantes hasta hacerle parecer en declive. Pero los grandes responden así. Se levantan con furia. “Aquí estoy yo”, debió decirse asimismo en el túnel de vestuarios del coqueto estadio galés. Muchos madridistas celebramos sus tres intervenciones ante el animoso Sevilla de Emery como si fueran goles. Sobre todo el balón que rebañó a Carriço, en un paradón antológico muy típico de sus buenos tiempos. Iker se ha rebelado con orgullo y recuperó las sensaciones perdidas. Un capitán nunca debe abandonar la nave y él ha sabido quedarse achicando agua hasta que ha enderezado de nuevo el rumbo. Ya lleva veinte títulos en su palmarés, igualando a Puyol y a sólo cuatro del mítico Paco Gento. ¡Bravo, Iker!

Aficiones de 10. El título también lo ganaron las dos aficiones, espléndidas en el comportamiento fuera y dentro del Cardiff City Stadium. 8.000 españoles por el mundo protagonizaron una fiesta roja y gualda del fútbol que recordó a Europa quién sigue mandando aquí pese al resbalón doloroso de Brasil. Los tres últimos títulos europeos (Champions, Europa League y Supercopa) tienen denominación de la piel de toro. Cómo mola ser español...

Padre Carletto. Bendigo la hora en la que vino al Madrid. Nos ha llevado a tres finales y ha ganado las tres. Sin darse importancia. Sin hablar en primera persona. Desterrando comentarios umbilicales. Ancelotti es mucho más que una buena persona y un buen hombre. Es un pedazo de entrenador que ha captado la filosofía madridista como si fuesen Miguel Muñoz y Luis Molowny mezclados en la misma pieza. Maneja los egos como nadie y no le tiembla el pulso. Di María al banquillo y Khedira a la grada. Los que duden del compromiso con este escudo, ya saben...

Gloria vikinga. Esta nueva alegría va por Jorge Asensio, un pequeñín de cuatro años que desde el hospital celebró los goles de Cristiano. Igual que mi amigo Rafa, de la Peña Campos de Mallorca. Y Rufino, que vibró en el Bar Playa España de Quintes (Asturias). El madridismo ya sueña con el Sextete...