Teníamos a Manuel Martínez como uno de los grandes atletas de los que hemos disfrutado, va Borja Vivas y consigue lo que Súper Manuel nunca logró: una medalla en los Campeonatos de Europa. Súper Manuel, retirado hace cuatro años, fue un atleta muy popular por haber sido un lanzador capaz de competir de tú a tú con los más grandes del mundo. A todos les ganó en la pista cubierta, pero llegaban los grandes campeonatos al aire libre, y siempre se quedaba a las puertas del podio, aunque eso le valió para que le concedieran la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, después de que, ocho años después, se confirmara que el ganador había competido ayudado por sustancias dopantes.

Borja Vivas aún no ha llegado a las marcas que hacía Súper Manuel (21,26 metros), pero sí se acerca (21,07). Estar en torno a los 21 metros asegura un puesto en la élite y, a veces, como ayer, hasta una medalla en una final en la que también hubo otro lanzador español, Carlos Tobalina. Ambos se encuentran en su plenitud, en torno a la treintena, que es cuando los lanzadores alcanzan su esplendor físico y técnico. Los dos se formaron a la sombra de Súper Manuel. Ver que los lanzamientos no eran la cenicienta del atletismo, les dieron la motivación para entrenar todo lo que hay que entrenar para llegar lejos. Lo han conseguido. Súper Manuel puede sentirse orgulloso. Hay más atletas que cayeron en su marmita y ya son tan fuertes como él.