¿Le sobra el tiempo a Alonso?

Es como una de esas canciones de verano, machaconas y repetitivas hasta la saciedad. Luca di Montezemolo insiste en que Ferrari está en el camino de reverdecer laureles, que bajo la batuta de Marco Mattiacci se están colocando los cimientos de una etapa triunfal, imaginamos que del estilo de la que protagonizó Schumacher. El problema es que el trayecto resulta ya demasiado largo y, además, cuesta creer a estas alturas que realmente se vaya a alcanzar la meta. El crédito de las promesas llegadas de Maranello es mínimo porque las temporadas se suceden y los resultados no llegan. Ésa es otra de las claves: el paso del tiempo. Ahora parece que la reestructuración de la Scuderia apunta más al medio plazo que a la inmediatez, lo que no deja de tener sus riesgos.

Seguramente como filosofía de equipo tenga sentido, pero para sus pilotos la perspectiva debe ser diferente. La revolución llega tarde, a la certeza de que 2014 será otro año en blanco se une ahora la amenaza de que 2015 pueda serlo de transición, poniéndose la fecha de la auténtica recuperación de Ferrari en 2016. Es decir, la campaña en la que Fernando Alonso cumplirá 35 años. ¿Será tarde para él? Difícil responder a una pregunta condicionada por tantos matices, aunque lo evidente es que habrá desperdiciado su mejor momento en un proyecto por debajo de sus expectativas y de su talento. Y todo ello, insisto, asumiendo que, está vez sí, la cacareada recuperación roja sea algo más que una buena intención. Puede que demasiado peligroso para el asturiano.