Di María se lo pondrá difícil a James

Madrid y Atleti nadaron y guardaron la ropa en sus partidos de anoche, pensando, claro, en la Supercopa que se van a disputar entre ambos la semana que viene, martes y viernes. Así que fueron partidos de muchos suplentes. La diferencia es que el Atlético ganó, estableciendo en nueve su récord de Carranzas, mientras que el Madrid perdió. Más relevante lo primero que lo segundo. Quiero decir que da más ganar el Carranza que lo que quita perder el pomposamente llamado Super Match de Varsovia. Pero en un caso y otro de lo que se trataba era de ver el tono de los nuevos y el de los presuntos suplentes.

Y llamó la atención Di María, que se reivindica. No se rinde, seguramente espoleado por Ancelotti, que lo quiere mantener. Jugó mucho y muy bien. James, que hizo medio partido en funciones de nueve retrasado, volvió a dejar detalles de gran clase, pero se ve que no es del todo su sitio. Su pelea por un puesto con Di María va a ser dura. Menos implicado pareció Khedira, que ahora le puede venir muy bien a Guardiola, con la baja de Javi Martínez. Y Keylor, bien. Sin culpa en los goles, sereno y con una parada de tremendo mérito. En conjunto, el Madrid enfrió un poco la euforia de Cardiff, pero no es grave.

Mejor le fue al Atlético, ganador de su noveno Carranza con los reservas. También contra rival italiano. Presentó a Oblak, que tuvo poco trabajo, pero al menos su aparición espanta los fantasmas de su lesión. Gustó el mexicano Raúl Jiménez, rápido, participativo y entregado, tanto que tuvo que marcharse con calambres. Pero lo mejor de todo fue Saúl, que completó su formación en el Rayo y parece estar listo para el Atletico, útil como es para varios puestos. Simeone puede estar contento. El Atlético vuelve enchufado, como se marchó. Otra cosa es que pueda con el Madrid. Eso ya parecen palabras mayores.