El Atleti juega en casa y tiene sangre en el ojo por lo ocurrido en Lisboa en aquel inolvidable 24 de mayo. Llegan a la cita con un 1-1 que les pone en ventaja. El Calderón rugirá como nunca para intentar amedrentar a los campeones de Europa y a Fernández Borbalán, que tendrá que elevar mucho el nivel disciplinario si no quiere que se repitan acciones como la de Siqueira con Bale. El Madrid aparece con dudas, desde la portería (Ancelotti no se mojó) hasta Cristiano (conociéndole, forzará para ayudar a su equipo). El futuro de Di María es un laberinto y James es un cromo al que aún le buscamos brillo...

Pero con todo eso, el Madrid es un gigante que esta noche debe emerger con la grandeza que le exige su historia. Si hoy cae la Supercopa, será ¡la Décima! Un guiño numérico que nos retrotraerá a la noche mágica de Da Luz. El Calderón es como nuestra segunda casa (ya habrán visto la demoledora estadística de Míster Chip). El Madrid debe jugar con fiereza, con intensidad sana (sin violencia), con autoridad, con ambición, con alegría, sin presión, sin temores tácticos, sin especulaciones... El Madrid es mejor que el Atleti. Y debe demostrarlo. ¡A por la Décima!