Buen inicio para la Vuelta. Valverde y Quintana se han puesto al frente: Contador les sigue a 19 segundos; Froome, a 27; Purito, a 38. Sólo por citar a cinco notables. No era nada, poco más de 12 kilómetros. Una de esas cronos por equipos que tan poco han gustado aquí. Pero sirven para dar un espectáculo que el público agradece. ¿Cuántos espectadores podía haber en Jerez a pie de acera? ¿Diez mil? ¿Veinte mil? ¿Cincuenta mil? Calculen: 14.000 metros con gente a ambos lados son 28.000 metros prácticamente cubiertos en su totalidad. Las pocas zonas con escaso público se compensaban con aquellas donde se agolpaban de diez en fondo. Eso puede dar una cifra muy superior a las 50.000 personas. Una cuarta parte de la población.

Es el éxito de la Vuelta. Despierta el interés de las gentes allá por donde va. “Mira, mira, viene Purito”. “Que llega Valverde”. “¡Eh, ahí está Contador!” Luego les reconocerán o no, pero los espectadores tienen constancia de que por allí han pasado volando en busca de la gloria. Porque volar, volaron. Y se han abierto diferencias que no serán en absoluto decisivas, pero... Purito ya tiene que empezar a arrancar en los finales en alto para neutralizar ese medio minuto largo con Quintana. Y Froome ve que los españoles andan bien. Contador, mientras, confirma que va de tapado. Dio más de 1.500 pedaladas a tope, que no será mucho, pero una tontería tampoco. Esto no ha hecho más que empezar y se pone interesante. ¡Viva la Vuelta!