El Córdoba ya está con los grandes y dejó muy buenas sensaciones en su debut. Perdió en el Bernabéu, sí, pero demostró que este equipo tiene mimbres de sobra para hacer una temporada digna y pelear por la permanencia sin ningún tipo de complejo.

 Muchos esperaban un baño del Madrid al recién ascendido, pero lo cierto es que el partido estuvo abierto hasta los últimos minutos. La segunda parte de los blanquiverdes dejó buenos momentos de fútbol, una base solvente sobre la que crecer y algunas gotas de calidad que pueden hacer disfrutar a la afición cordobesista. Fede Cartabia, Fidel, López Silva y Rossi pueden liarla en muchos partidos a poco que las cosas les salgan más o menos bien. Hay mimbres y ganas. Muchas ganas.

Ferrer tiene claro que el equipo crecerá con el paso de las jornadas y ganará probablemente, en agresividad. En el estadio del Madrid había que minimizar errores y dar un buena imagen. Las dos cosas se consiguieron con solvencia. Y lo mejor de todo es que se ganó en confianza tras una pretemporada algo irregular en cuanto a resultados. Seriedad defensiva y alegría y descaro en ataque. Eso se vio en la segunda parte y por eso, los aficionados volvieron felices a Córdoba. Y luego está lo de la afición, para quitarse el sombrero. Vaya fiesta en el Bernabéu. Más de 4.000 seguidores del Córdoba tiñeron de blanquiverde un estadio que ayer vio la vuelta a la élite del cuadro andaluz. Que dure.