Hace falta el mejor Nápoles

Ante un rival temido que estrena estadio, después de un empate a uno en San Paolo y, sobre todo, con equipo incompleto: ningún tifoso del Nápoles se esperaba vivir el partido decisivo para clasificarse para la Champions en estas condiciones. Los hinchas partenopei viven un momento de depresión. Los pitos en el minuto 45 del partido de ida y la contestación a Insigne (único napolitano del equipo, ¡cuánta diferencia con los leones vizcaínos!) representan claros síntomas de una situación difícil e inesperada. La primera temporada de Rafa Benítez hizo soñar y se confiaba en un mercado de nivel para poder por fin volver a pelear por el scudetto y brillar en Europa.

Perder la posibilidad de jugar entre los mejores de Europa sería un duro golpe para las ilusiones de la afición, que se entregó ilusionada y confiada a la experiencia europea del técnico español. La clasificación devolvería esperanza y, quizás, encendería los últimos días del mercado partenopeo. En el infierno de San Mamés hará falta el mejor Nápoles: él que el año pasado enamoró y que hace una semana se vio solo en los últimos minutos.