La afición del Athletic, aún con la euforia del éxito ante el Nápoles, cree más desde ayer en hacer una gran Champions. San Mamés debe mandar en la fase ante un Oporto en reconstrucción por mucho Jackson Martínez, contra un Shakhtar con calidad pero que jugará fuera de Donetsk y frente un BATE que sufrió ante el Skenderbeu albanés y el Debreceni húngaro antes de golear al Slovan. Cualquiera da un susto en el mejor torneo y habrá que tomar precauciones. Hasta a Aduriz se le escapó un mensaje optimista. Lo peor son los largos y fríos viajes al Este. Mala recuperación para la Liga.

Así que ya se prevé una avalancha de aficionados rojiblancos a Oporto el 21 de octubre, aunque por el aforo de O Dragao las entradas obligatorias que debe dar Pinto da Costa son sólo 2.500. Ibaigane tratará de arañar más. No serán las 8.000 de Manchester. En el antiguo Das Antas, el Athletic jugó en 1956 su primer partido continental. Ganó 1-2 al equipo de Hernani y Jaburu, un futbolista por cuya tez morena se puso después ese apodo a Sáez. Artetxe se salió en la vuelta, con tres goles. Aquel equipo de Daucik noqueó al Honved y fue volteado por el Manchester United del accidente aéreo. Quizás este reencuentro en la Copa de Europa sea un guiño. Aquel Athletic era una apisonadora. El actual cada día compite mucho mejor, sin complejos.