James busca su hueco

El Madrid se ha gastado un pastón en un mediapunta que ha llegado con la Bota de Oro del Mundial bajo el brazo y Ancelotti le pone a hacer kilómetros persiguiendo al lateral de turno. Y la cosa no pinta bien. James le pone ganas y voluntad, pero ni tiene el oficio ni el físico que se requiere para realizar esa función. La falta de equilibrio en el mediocampo del Madrid no la puede solucionar el colombiano por mucho empeño que le ponga al asunto. Ancelotti tiene mucho trabajo para inventar una solución que le salga tan bien como la de Di María la temporada pasada, pero lo que ha quedado claro en este arranque de campaña es que James no puede hacer una labor similar a la del Fideo.

El chico tiene que andar despistado porque le firmaron para una cosa y está haciendo otra. James ha venido para decidir partidos y lucir con la pelota en los pies. Y su técnico, de momento, le exige funciones con las que el colombiano no puede cumplir...