Hoy comienza el auténtico Mundial para España. Se acabaron los partidos descafeinados, las palizas por 30 ante rivales para los que estar aquí ya es un premio. Se avecinan curvas y, sobre todo, la primera. Brasil está aquí de rebote, invitada tras no ganar ni un partido en 2013. “Es la gran tapada”, avisa Orenga, y aunque hoy veremos un duelo de muchos kilos y quilates en la pintura, la llave de este equipo es otra.

Marcelinho ha sabido recuperarse siempre y ahora está viviendo un periodo de cierta calma tras una carrera llena de vaivenes. De convertirse en secundario en la Penya por la irrupción del imberbe Ricky pasó a ser el líder del Bilbao; y de descender con un clásico como el Bolonia a darle al Baskonia una Liga y decidir una final para el Barça con un triple desde su casa. Huertas tiene la habilidad de saber qué necesita su equipo y de darle eso: un base que reparta juego y que se convierta en el mejor aliado de los pívots o un auténtico killer. A ver qué Huertas juega hoy.